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20 de mayo de 2012

La vuelta

Día 22

Este va a ser un día largo, no tengo dudas. Arrancamos con un super desayuno en el B&B, con yogur, cereales, brioche, y café espresso. Dejamos las mochilas ya listas para pasar a retirarlas esta tarde, y enfilamos hacia un par de casas de buceo en búsqueda de unas aletas para Hernán subacuático, sin mucho éxito. Yo compré una cafetera Bialetti, para preparar café a la italiana en casita.

Cuando llegamos al Coliseo, la de gente que había haciendo cola para entrar. Es en lugares como este, y peor un fin de semana, que la masa de turistas te altera. Y no sólo los turistas, sino evitar o rechazar a los que te ofrecen souvenirs, tours, paseos, carteras de grandes marcas truchas, uffffff. Hiciste contacto visual y chau, fuiste, ya los tenés ofreciendote algo. La cola era larga, y una vez que entrasemos no ibamos a tener mucho tiempo, sobre todo porque el ticket cubre los Foros Romanos y el Palatino. De modo que abortamos la misión y nos fuimos a comer rico por ahí.

Nota al margen: me empezó a joder el pie derecho hace unos días, tengo una protuberancia en el empeine, y a veces me pega unos tironcitos, con lo cual trato de no caminar mucho. ¿El pie izquierdo me preguntan? ¡Anda genial! Para mi que tanta caminata lo curó, pero me arruinó el otro.

Nos tomamos el último gelatto cerca de Piazza San Pietro, y buscamos las mochilas. Esta vez no nos tomamos el tren express, que cuesta €14, sino el regional que sale €8. En el andén un empleado de limpieza de la estación nos advirtió que hay robos en este tren, y que unos tres tipos que estaban parados cerca SONO LADRI. Aferrados a nuestras cosas subimos al tren, pero nada pareció sospechoso, y llegamos sanos y salvos a Fiumicino.


Menos mal que vinimos con tiempo, tardamos mucho en hacer el check-in y despacho de mochilas. Vine con 8kg, vuelvo con 18, y un bolsito de mano, ¡jujuuuuuu!. Hernán sumó unos 9kg, deben ser los dos libros de cocina y pasta italiana que nos trajimos. Ahora habrá que practicar. Merendamos, y seguimos con los procesos de controles de seguridad, y migraciones, donde ni siquiera me frenaron, con lo cual no tengo sello de salida de Italia. ¡En Italia por siempre!. A Hernán el tipo lo frenó y pidió pasaporte, el look barbudo y con bermudas me parece que no gustó tanto.

El vuelo demoró una hora en salir, de vuelta nos tocó un modelo retro, sin pantallitas individuales, super aburrido. A bordo iba un niño que gritaba y berreaba como poseído por demonios del averno. No paró en casi todo el vuelo, y además se retorcía en el asiento mientras la madre trataba de calmarlo. Menos mal que estaba unas filas atrás, y que nosotros trajimos tapones para los oídos. Por mi cabeza pasaban las imágenes de "¿Dónde está el piloto?", cuando la gente hace fila para cachetear a la mujer histérica.
Por suerte, algo se pudo domir....

Arrivederci!


Día 23
Aterrizamos tipo 5 am en Ezeiza, todo neblinoso y húmedo. Antes de migraciones nos buscó un empleado de Aerolíneas Argentinas para decirnos que nos mandaban en remis a Aeroparque, porque si no perdíamos el otro vuelo. Llegamos tan temprano que inclusive nos pasamos al vuelo anterior, de las 07:40. Peeeeero, el aeropuerto de Cba estaba cerrado por malas condiciones climáticas. A esperar.

Tipo 8:30 nos atacó el hambre; claro, si para nosotros era hora de almorzar. Como Aeroparque es carísimo, si no me creen vean la foto más abajo, nos cruzamos a la costanera e inauguramos la estadía en Argentina con un sandwich de bondiolita a la parrilla DELICIOSO, con una rica Pepsi, al mismo precio que UN café con UN tostado acá adentro.



Supuestamente embarcamos 12:30, espero que sí, ya estamos cansados de estar en transito.

........


¡Llegamos! Se siente bien volver a casita. Afortunadamente, el equipaje llegó sano y con nosotros. Y apenas salimos del aeropuerto, llegó el A5 para llevarnos. Una sinfonía del transporte, excepto por la demora de 5 horitas por mal clima. Todo todo todo no se puede.

Voy a extrañar escuchar gente hablando en italiano, y la fiesta gastronómica que hay allá. Y el orden del transporte público, que acá no tenemos. Será cuestión de ahorrar para regresar pronto.

¡Gracias por leer y seguir estas vacaciones desde tan lejos!
:-D


Museos Vaticanos

Día 21

Tras hacer una cola no muy larga (hemos visto peores en los días previos) entramos a los Museos Vaticanos. Es impresionante la cantidad de gente que entra, y entra, y entra, y entra. Una opción es la visita guiada, que sale como mínimo unos €20 más (si te toman a precio estudiante) que los €15 que sale la entrada. De entrada te la venden a €50. É troppo caro!!. Nosotros compramos una guía de los museos en español a unos €14, super útil porque no hay leyendas y/o descripciones en la mayoría de las obras/muros/jardines/etc. Se los recomiendo si alguna vez van, ya que según un guía (como hablan fuerte para que el grupo los escuche, uno puede aprovechar también ;-) ), en sus inicios estas eran colecciones privadas según los gustos y preferencias de los Papas, con lo cual la disposición de los objetos no sigue criterios típicos de museos. 

Comentario al margen de la parte artística: ¡estos tipos tienen un shopping acá adentro!. Patio de comidas, con variedad de opciones y menúes; cafés; puestos de venta en medio de las galerías y pasillos del museo. ¡Te venden todooooo!

El recorrido tiene su apogeo en la Capilla Sistina, es de locos lo que Miguel Ángel logró hacer, sobre todo teniendo en cuenta que era la primera vez que usaba la técnica de pintar frescos. Al salir de los museos, entramos a la Basílica de San Pedro, donde está la Piedad de Miguel Ángel, trabajo que hizo con sólo 23 años. ¡Qué talento!. La basílica es enorme, la segunda más grande del mundo después de una que inauguraron en 1990 en Costa de Marfil.

Mañana es nuestro último día, breve porque a las 19 sale el vuelo, a las 16 hay que presentarse, y antes tenemos 30' de tren hasta allá, más traslado previo en metro. Si nos da el cuero, entraremos al Coliseo.


Todos los caminos conducen a Roma

Día 20

¡Volvimos! Me encanta esta ciudad, es tan grande, con tanto para ver...

Alguien que conozco se encholulizó y pidió que le saquen una foto en la sede de la ASI. No puedo decirles quién es, bajo ningún concepto. Lo dejo librado a vuestra imaginación.

Decidimos entregarnos a las tentaciones capitalistas y enfilamos hacia la zona de Tor Vergata, donde hay un centro comercial que incluye a Decathlon (www.decathlon.it por si quieren chusmear) entre sus edificios. Venden de todo para el deporte y actividades outdoor, y muchas de las cosas tienen muy buenos precios. ¡Locura! ¡Descontrol! ¡Compra compulsiva!. Yo soy una persona con debilidad por las compras, es entendible que me pase, pero... ¡Hernán estaba como loco! Y eso que al principio no tenía ganas de ir. Es que en el fondo, en el fooooondo, es claro que somos almas gemelas. :-P 

Volvimos cansados de ver tantas.cosas, y además tuvimos que tomar una combinación de metro y colectivo para llegar, y lo mismo para volver. Cenamos baratito cerca del B&B, una pizzería donde leudan la masa por 96 horas antes de cocinarla.


Y que cuando están por cerrar, liquidan lo que les quede a mitad de precio. ¡Unaaaaamor!

17 de mayo de 2012

Spaccanapoli

Día 19

Día dedicado a explorar el centro storico. Arrancamos por Via San Biagio dei Librai, que junto a su continuación San Benedeto Croce, se conoce como Spaccanapoli. Cai en la tentación y compré un par de libros usados en un puestito en la calle, y después otro par en una librería en Piazza del Gesú Nuovo. Fue un permitido, ya que sólo faltan 3 días para volver, y no es tanta molestia acarrear con el peso extra.

Afuera de un bar, Bar Nilo, hay una especie de altar a Maradona, con foto, un mechón de pelo milagroso, billetes de 5 y 10 pesos, y otros aditamentos. Es casi inevitable que la gente, cuando se entera que somos argentinos, haga algún comentario sobre Maradona, y de la felicidad que vivieron cuando Napoli salió campeón.


Pasamos por un mercado al aire libre en La Pignasecca, y continuamos por Via Toledo hasta la estación de uno de los funicolare que ascienden a la zona elevada de la ciudad. Yo nunca había tomado uno, así que me pareció super novedoso el concepto. Y te ahorra muuuuucho trayecto empinado, ya se para subir o para bajar.


Entramos a Castel Sant'Elmo, y desde sus muros pudimos ver toda la ciudad, la vista es genial.


Los barrios van variando a medida que uno se mueve. Por momentos reflejan mayor poder adquisitivo de los habitantes, y calles más amplias, a veces más ordenadas y/o limpias. Y a la vuelta de una esquina, otra vez el laberinto de callecitas con tenders de ropa en la vereda, y puertas abiertas. Divagamos un poco por la zona, hasta hacer una combinación de funicolares y llegar a Piazza del Plebiscito y Palazzo Reale.


A la noche nos encontramos con Giovanni, un chico de Napoli de Couchsurfing que nos invitó a dar una vuelta por la ciudad, y a cenar juntos. Nos contó muchas cosas de la ciudad que sólo alguien que vive ahí las conoce, con gran entusiasmo, se nota que quiere mucho a su ciudad. Nos dijo que Napoli tiene mala reputación, por eso no siempre es un destino muy popular entre turistas, pero que tiene muchas cosas valorables para conocer.


Mañana jueves, vuelta a Roma, la ciudad eterna.

16 de mayo de 2012

Costiera Amalfitana

Este post está dedicado al arbolito electrónico que nos ayudó desde Argentina a obtener divisa extranjera, gracias a lo cual pude extraer efectivo aquí, y poder hacer todas las cosas que Mastercard no puede pagar. ¡MUCHAS GRACIAS!


Día 18

Teníamos pensado ir a la isla de Ischia, pero cuando llegamos a la stazione maritima los horarios que seguían no nos quedaban cómodos. Deberíamos haber averiguado un poco ayer. Entonces, nos tomamos el tren Circumvesuviano hacia Sorrento. Estos trenes salen de Napoli hacia ciudades de los alrededores, rodeando el Vesuvio. Las estaciones y vagones están cubiertos de graffitis, algo que no vi en otras ciudades. En la mitad del trayecto se subió una banda de chicos tocando "fa l'americano" con saxo, acordeón (¿o bandoneón?), timbal, y por supuesto, pandereta. Por unos instantes lo vi a Medusa bailando, ahí, en el medio del vagón.

Sorrento es una ciudad muy prolijita, limpia, y con vistas muy bonitas al mar y a la bahía de Napoli.



Almorzamos en un ristorante. Hernán una especialidad de la zona, gnocchi alla sorrentina, y yo variedad de pescados y frutti di mare fritos. Lejos, uno de mis mejores almuerzos, ¡y las rabas estaban increíbles!.

Con la panza bien llena, tomamos el bus a Amalfi, para recorrer la famosa Costiera Amalfitana. No hubo chance de dormirse, no sólo por lo lindo del paisaje, sino por el estilo de conducción alocado que requiere la zona. El camino costero es sinuoso, y angosto, y el colectivo no pedía el paso: lo demandaba. Decenas de veces otros autos que pretendían pasar hicieron marcha atrás (y también los que venían por detrás). En uno de los pasos complicados, gente que estaba en la veredita giraba los manubrios de las scooters estacionadas para que el colectivo pueda pasar. Y el chofer, un personaje, gritandole a otro conductor por la ventana "Vai! Vai! Diritto!! Vai!!!" cuando este vacilaba entre avanzar por un túnel o retroceder. Pero ninguna descripción alcanza, hay que verlo para creerlo, y para reirse como nos reimos nosotros.

La Costiera Amalfitana es muy bella, es impresionante cómo han aprovechado cada espacio de tierra para hacer casas, jardines, huertas, hotelcitos, terrazas, piletas, plantaciones de limones, y hasta una canchita de fútbol. Y todo sobre peñascos con vista al Golfo de Salerno.

En Amalfi estuvimos sólo un rato, algo más de una hora, por que si nos quedabamos más no teníamos más horarios de tren a Napoli. Compramos una meriendita per portare via y nos sentamos en una especie de escollera a ver el atardecer. Me quedé con ganas de más; es uno de los lugares que marqué para volver la próxima vuelta.


Encontramos un deporte extraño como el de Hernán: basquekayak, o kayakbasquet, o qué-basquet-en-kayak. Juegan en kayaks, en una zona de la costa al reparo del oleaje, y el objetivo es que la pelota entre en una especie de mini-arco que está elevado. Además de tirarse los kayaks encima, darse con los remos, etc.

El camino de regreso estuvo más tranquilo, ya no había tanto tráfico. La hora era ideal para ver cómo va cambiando la luz del sol mientras baja, y con ella los colores de los peñascos y de las casitas, todas de colores blanco y pastel.

La cena fue en una trattoria cerquita de la stazione centrale, cottoletta alla milanese con patatine fritte per me, y spaghetti alla carbonara para Hernancito. Todo regado de birra Moretti. Rica rica.

El destino para mañana miércoles es aún incierto. La almohada dirá.




Napoli: otro mundo

Día 17

A esta altura, siento que los traslados entre ciudades que no incluyen correr trenes con la mochila a cuestas son un poco aburridos, ¿no les parece?

Partimos a las 8:57 de Padova, en un tren muy lindo, que por momentos iba a 284 km/h. Un amor. En Roma cambiamos a un tren regionale, y pasamos del comfort anterior a estar sentados con las rodillas todas intercaladas con los del asiento de enfrente. ¿Quién dijo que el dinero no hace a la felicidad?. Acá es cuando me vuelvo a acordar de Anibal y su mágica idea de tubo teletransportador.

Después de unas 6 horas en tránsito, llegamos a Napoli. La estación es moderna, muy limpia y ordenada. Afuera no. Es como una jungla, pero en vez de manadas de animales salvajes, hay miles de scooters, autos mini, y gente, todos como locos por la ciudad. El centro storico es un gran exponente de esto: calles angostitas, sin veredas, por el medio van personas, autos y motos sin mucho orden: a veces pasan unos, a veces los otros; a veces por la calle, a veces por la vereda; en el sentido de la calle, o en contra. La bocina se usa más que en las otras ciudades que estuvimos, como así también los gritos. Es muy divertido frenarse un rato a ver cómo maneja esta gente, van siempre al extremo, cada giro es un posible roce a una moto o auto. O peatón.


Vimos muchas casas con las puertas abiertas, y adentro gente cocinando, o simplemente observando el.movimiento de la calle. Hay chicos jugando con la pelota por las callecitas, sobre todo en aquellas donde los autos no entran por ser angostitas, y muchos negocios pequeños y modestos atendidos por personas bien mayores.

Hay algo que me llama la atención: la cantidad de gente, sobre todo hombres, que simplemente están parados en la calle o en la puerta de un negocio CHARLANDO. Puede que pases dentro de hora y media por ese barcito, y esté el mismo tipo en la puerta, fumándose un puchito y charlando con algún otro. Acá la gente habla mucho, charla, en vivo o por teléfono. Ni manejando la moto dejan de mandar SMS.

El cariño por Maradona sigue vigente, "é il miglior giocatore di tutto il tempo" nos dijo el dueño de un ristorantino, aunque también comentó que tiene una deuda con Equitalia (sería la AFIP de ellos si no me equivoco) por no haber pagado impuestos cuando estuvo aquí. Y que por los intereses asciende a millones de euros. Supongo que por más estatuitas y panderetas que vendan con su cara, el tipo no pisará suelo Italiano ni por casualidad.


Hace poco, un italiano me dijo: ¡Napoli es REAL!. Y la verdad, se ve bastante auténtica a mi criterio.

12 de mayo de 2012

La calor

Día 15 - 23:37

Recién después de una linda ducha me estoy recuperando del agobiante día de calor que pasamos hoy.
En la guía de Lonely Planet sugiere tomar un barco (bastante caro) o alquilar una bicicleta en Mira, una ciudad cercana a Padova, y así recorrer la Brenta Riviera, una seguidilla de villas de veraneo donde los Venecianos pasaban los meses de calor. Las mismas se encuentran a lo largo de canales, y existen varios recorridos para hacer, y si uno quiere entra a las villas que hoy en día son museos. Todo muy lindo, si lográs alquilar la bici....

Primero, le erramos al tomar el tren en lugar de un bus, ya que la estación queda a unos 3km del centro de Mira. Y parecía una estación fantasma, no estaba ni la muda, ni el loro, nadie. Caminamos bajo un sol matador, y afortunadamente una bondadosa mujer frenó y nos llevó en su auto hasta el centro. Llegamos a la dirección del alquiler de bicis y, ¿adivinen qué?, no existe más. Vuelta al centro, a buscar alguna información. Nadie sabe mucho, sólo que el negocio cerró y no saben de otro, pero que en Dolo, otra ciudad camino a Padova, seguro había. Tomamos un bus a Dolo. Y allí nadie sabía nada tampoco. Una mujer nos contó que la oficina de turismo había cerrado, y que la zona estaba muy desorganizada en esa actividad. De modo que buscamos un pasto con sombra al costado de un canal, y almorzamos la ensalada super mixta, con salmón ahumado y queso, que habíamos comprado en un super en Padova.


Nos castigamos con un buen helado, en mi caso con frutillas maceradas en jugo de naranja, y volvimos a Padova, donde entramos a la iglesia de San Antonio de Padova. Luego, buscamos un lugar donde aceptasen pago con débito/crédito, y merencenamos comida Thai, con cerveza y Spritz Aperol, un aperitivo muy tomado acá.


Dicen que mañana baja la temperatura y vienen vientos muy fuertes. Veremos cómo nos va en Venezia con este clima.....


Corre que te corre el tren

Día 14 - 20:23

Estamos sentados en el pastito en Prato della Valle, en Padova. Es la plaza más grande de Italia, y una de las más grandes de Europa. Tiene forma de elipse, está rodeada por un doble anillo con estatuas, y un canal de agua entre ambos. Y un pasto mullido y verde, perfecto para tirarse a descansar.





Mientras miro como vuelan las golondrinas, y chillan alocadamente, se escucha "Ai se eu te pego".... qué fantástico cómo viaja la información, ¿¡¿no?!?

En Padova también hay algunos canales de agua como en Venezia. Agrego una foto de uno de los que vimos.

Hoy nos tocó correr trenes de vuelta, esta vez porque el tren Genoa-Milano se retrasó, y llegamos demasiado justo para la combinación Milano-Padova. De hecho, sólo 2' antes de que saliese el otro tren. Afortunadamente, el oficial de Trenitalia a bordo era amorosísimo (o carino) y bastante buenmozón: nos explicó bien claro qué hacer si perdíamos el tren, averiguó de qué andén salía el próximo tren para que no perdamos tiempo, y nos indicó para qué lado habia que correr. ¡Un divino!. Antes de que el tren entre a la estación, nos fue tirando cuántos minutos de demora llevábamos frente a cada control o señal. Y casi al frenar nos.dice: In bocca al luppo! (expresión usada para desear buena suerte ante una situación complicada). Es la primera vez que me lo dicen acá en Italia, ¡qué emoción!. Contesté con un Creppi! y saltamos del tren, corrimos hacia el sottopasaggio, bajamos escaleras, cruzamos del andén 17 al 9, y subimos escaleras. ¿Vieron cuando uno se pega un pique corriendo, sin antes entrar en calor, y con 10kg en la espalda, y siente que se le queman los pulmones por dentro? Bueno, así se sintió. Subimos al tren justo a la hora de salida. ¡¡Uffffff, qué alegriononón!! Creo que si el oficial del tren no nos tiraba todos los tips, no llegabamos ni cerca a tomarlo, y había que esperar una hora más.

El tren a Padova era un Frecciabianca, muy lindo, con mesitas, y tomas de electricidad para cada pasajero. Tienen personal de limpieza a bordo, y el trenomozo (o trenofato?) que pasaba vendiendo bebidas y snacks tenía una cafetera espresso en el carrito. Una locura.

Ahora nos volveremos al hostel en metrotram, una especie de tranvía bien moderno, e iremos a cenar sushi en un localcito de orientales ahí cerca. E intentaré comprar USD vía homebanking para poder extraer euros acá, y entonces no tener que cuidar tanto el efectivo que tenemos. Mamá, no te preocupes, tenemos suficiente como para seguir bien las vacaciones ;-). 

A domani!



11 de mayo de 2012

¡Tierra a la vista!

Día 13 - 23:50

Ayer a la mañana llegamos a Genova, una ciudad portuaria en todos los sentidos. Muchos barcos, un gran puerto, vista al mar, pescadores, viejitos con pinta de marineros, inmigrantes de varios colores, y prostitutas por doquier. El centro histórico es laberíntico, las callecitas super angostas y oscuras (lamadas caruggi), un poco sucias, con cuadras de dimensiones pequeñas. En 1 minuto de caminata ya pasaron 4 esquinas, y uno se siente un poco perdido.

Nuestro hostel está frente al puerto, y también frente a una autostrada elevada. Bastante ruidosa la cosa (en las reviews del hostel un usuario lo advertía...), y nuestra ventana es la única del edificio sin persianitas. Conclusión: se duerme con tapones en los oídos, tapa ojos, y colgando una toalla oscura en la ventana. ;-)
Fuera del tema ambiente, el dueño fue super amable y consejero, pudimos usar el lavarropa pagando sólo €1 por el jabón, la cocina está disponible, y tiene una compu para uso común.

Una de las especialidades de la ciudad es el pesto genovese, el cual probamos en diversas combinaciones: penne al pesto, spaghetti al pesto, y trofie al pesto. Tutto é stato molto buono.


Cerca del hostel hay un pequeño mercado, con todo tipo de negocios, donde compramos pan y fiambres  para el almuerzo de mañana en el tren a Padova. Además, conseguí uns frutillas increibles, dulces, muy jugosas, rojísimas. Un manjar. Me encantó este mercado porque no había turistas como en otros que fuimos, sacando fotos, eran todos locales, se conocían entre ellos, charlaban con los vendedores, muy entretenido.

Ayer por la tarde fuimos al Aquario de Genova, el cual inauguraron en 1992, el año en que celebraron los 500 años de la llegada de Colón a América. Una cosa de locos. Tienen manatíes, tiburones, delfines, focas, y unos pingüinos que son una locura. También unas morenas horripilantes, fieras fieras, y unas medusas divinas, con luz propia. Vimos una gran diversidad de fauna, los peces de aguas tropicales son bellísimos, y le sacamos varias fotos a Nemo y sus amigos. Una señora grande les hablaba, y llamaba al pez payaso "Nemo! Nemo!". Así me veo de vieja (aunque creo que ya tengo este tipo de comportamiento, con los gatos al menos....). En una de las peceras, abierta y de borde bajito, se podía tocar a las rayas. Mmmm, viscosas y rasposas al mismo tiempo.



Por la tarde-noche dimos una vueltita por el centro viejo. Tipo 7-8 todo empieza a cerrar, y la mayoría de la gente desaparece. Naufragamos por los caruggi un poco, hasta que llegamos a una calle más ancha. Ufff, qué alivio, el ambiente estaba un poco incierto ahí dentro.

Hoy fuimos en tren a Santa Margherita, más al sur sobre la costa. Es una ciudad de unos 10.000 habitantes, prolijita, con muchos barquitos en la marina, y una playa pública. Las demás son balnearios pagos. La playas que vimos son angostitas y cortas, me imagino que en verano debe ser medio apretujado el asoleo, pero ¡qué exclusivo gordi!

Caminamos por una calle que va bordeando la costa, hacia Portofino. El mar es muy bello, de un azul por momentos aturquesado, divino divino. A mitad de camino (son 3km en total) bajamos por unas escaleritas hasta el borde del mar, y almorzamos los panini que preparamos ahí mismo.




En un punto, la senda para peatones se aleja de la costa y se eleva por unos bosquecitos, hasta llegar a Portofino, que es super top. Yates con jacuzzi, barra circular, y motos de agua en la cubierta. Barcos a vela enormes. Todo lujo. Alrededor del atracadero, algunos bares/restaurantes, y locales top: Gucci, Louis Vuitton, Ferragamo. Subimos hasta una iglesita, y nos tiramos un rato al sol, con una brisa linda.


Como ya estamos cansados de tanto caminar, volvimos en bus a S.Margherita, y en tren de vuelta a Genova.

Hoy estuvimos un poco preocupados porque mi tarjeta de débito no quizo andar en las maquinitas expendedoras de pasajes de tren, y la necesitamos para extraer el efectivo que nos falta para el resto del viaje (no todo es pagable con débito/crédito, en particular los alojamientos hasta ahora han pedido siempre ca$h). Para colmo, sólo puede extraer efectivo quien tenga una cuenta en moneda extranjera, y esa vendría a ser sólo yo en este caso. Averigüé en mi banco si podía extraer efectivo usando la tarjeta de crédito, y me dijeron que para eso hay que gestionar una clave que se envía al domicilio, y tarda unos 10 días. Tengan en cuenta estas cositas cuando viajen al exterior, porque si por algún motivo la tarjeta se rompe/pierde, es necesario tener un Plan B. Por suerte, la tarjeta anduvo bien en un negocio (no quería probarla en un cajero, a ver si no me la devuelve) y pudimos extraer platita.

Hemos modificado el recorrido pensado por el Lago di Como y alrededores, está muy complicado conseguir alojamiento tan sobre la fecha, más en fin de semana, así que iremos a Padova, y de allí a Venezia.



9 de mayo de 2012

Cinque terre: belleza total

Día 10 - 19hs

Llegamos a Corniglia, tras unos pocos minutos de tren desde la Spezia. Los cinco pueblitos (Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso) están unidos por una línea ferroviaria hecha allá por el siglo 19, gran parte del recorrido es por túneles, y el tren asoma la nariz en las estaciones, pegaditas al mar. Todo bello. Sigo sorprendida de la calidad del servicio de trenes, puntuales, si hay demora avisan, y logran conectar lugares ágilmente, hay muchas combinaciones posibles.

Los pueblitos son chiquitos, entre 600 y 1800 habitantes, y Corniglia tiene tan sólo 600. Son bellos, con una vista al mar divina. ¡Cómo me gusta el sonido del mar! En 1997 Cinque Terre fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con lo cual se protegió aún más el lugar. Existen unos senderos que conectan no sólo los 5 pueblos, sino también pueblitos cercanos, que se encuentran más arriba en las colinas. Senderos azules son más planos y fáciles, y van por la costa; los rojos son más empinados y difíciles.


Merencenamos en "La Gata Flora", pizzeria y focaccieria de un argentino que hace 25 años que vive en Corniglia. ¡Riquísimo!


Mañana arrancamos desde Corniglia, y quién sabe por dónde andaremos. La idea es pasar por los 5 pueblitos, aprovechando que con el pase para usar los senderos (€10 per un giorno) hay free pass del tren en este trayecto.

Día 11 - 23:40hs

Preparados, listos, ¡a caminar!. Nos vemos obligados a tomar unos senderos rojos para llegar a Monterosso, ya que debido a unos desmoronamientos que hubo a fines de Octubre de 2011, los senderos azules que salen de Corniglia están cerrados hasta que terminen de reacondicionarlos. Si en Roma fue caminar hasta morir, esto fue trekkinear hasta reventar.

Vernazza

Subimos un sendero bastante empinado, por 1 1/2 hora, hasta llegar a una iglesia, en el poblado Di Reggio. De ahí, otro sendero rosso hasta un ex-convento, Soviore, arriba de Monterosso, lo cual llevó otra hora más. 
Descanso en medio de la montaña.

Almorzamos allí, y luego descendimos hasta Monterosso, donde descansamos un poco en la playita pública que tiene.


Como aún teníamos hambre de trepada, emprendimos el tramo que sube unos 300 metros desde donde estábamos hasta San Antonio, un promontorio desde el cual se puede ver las cinco ciudades de Cinque Terre. Nos tomó casi una hora de escalinatas con peldaños altos, el rimo cardíaco subió bastante, pero como nos dijeron unos yankis al inicio, "you'll be rewarded".


Una vez abajo, un piccolo gelatto, y un tren hasta Riomaggiore, para conocer la vista desde el puertito, y cenar spaghetti ai frutti di mare, con vino bianco della casa.


Una giornata bellissima! Cinque Terre y sus alrededores es otro candidato para venir a vivir, con vista al mar, una huertita, y algunos gatos lindos para mimar. Bueno, algún perro también. ¡Ah! Y jardín y balcón lleno de flores.



Pisa, pisuela

Día 10 - 17:00

Es inevitable imaginar qué habrán dicho los que se dieron cuenta de que la torre se estaba inclinando:

¡¡la torre está torcida culiau!!

Todo está un poco torcido: el batistero, el duomo. Pero la torre es lo más impresionante.

En estos momentos vamos viajando hacia Corniglia en un tren. El sol pega de lindo, sale siesta trenística (espero que uno de los dos se despierte a tiempo para bajar y cambiar de trenzzzzZZZZZ).


Desde las alturas

Día 10 - 10:15

Buongiorno! Mochilas listas, desayuno hecho, llaves entregadas, entonces... ¡a la cúpula del Duomo! Fue diseñada por Brunelleschi, y al parecer es un gran logro porque se construyó sin estructura portante, y son dos duomos concéntricos.
Es de lo más caro que pagamos (€ 8), teniendo en cuenta el tiempo que uno pasa ahí dentro, pero vale la pena. Subimos infinidad de peldaños, a veces en espiral, otras derechos, bastante empinados. Uffff, qué calor. En el medio del ascenso se puede dar una vuelta por dentro de la cúpula, y observar lo que se ha pintado allí (cuando pueda subo fotos de la cámara).

Seguimos subiendo, hasta salir a la cima. Desde una pequeña terracita se puede ver todo Firenze, una locura la vista de la ciudad.

Desde abajo impresiona la altura de la cúpula, y la grandeza del duomo.

Ahora, volvemos al hostel a buscar los mochilones, y nos vamos a hacer una pasada corta por Pisa.



Auto-tour a Chianti

Día 9

Hoy desayunamos en el hostel con cositas ricas que compramos en una despensita, y emprendimos la visita a la zona de Chianti, más precisamente a Greve in Chianti. Lástima que llovizna bastante y es un día gris y frío. El clima no esta para paseo en bici, ni hablar si el lugar que las alquila en Chianti cierra los domingos.

Justo enganchamos un bus (es domingo y la frecuencia es baja) y hacia allá fuimos. El camino, como viene siendo en la Toscana, molto bello, y hoy con el encanto de la llovizna y las nubes bajas envolviendo las colinas.

Greve in Chianti tiene toda la pachorra de domingo al mediodía, y este finde justo hay una feria de plantas y flores, y decoración de jardines, en la plaza central. ¡Bellisímo! Era una feria chiquita pero tenía de todo. Me dieron ganas de estar cerca de casa para poder comprar plantas con flores, y arbolitos de cítricos, todo hermoso.

Las casas que dan a la plaza tienen terracitas, llenas de plantas y flores, obvio. Encontramos un restaurant no muy caro, y probamos de entrada affettati misti (variedad de fiambres), riquísimos y con sabores super delicados; como primo piatto, lasagna al forno para mi, y ravioli con melanzane, basilico y mozzarella para Hernán. ¡Increíble todo!. Y al final, due caffé per favore.

Chianti dice ser una ciudad "slow", y así fue el almuerzo. En Roma por ejemplo, apenas uno termina de comer, ya está el mozo retirando los platos. Es como si estuvieran vigilandote, y apenas apoyás los cubiertos tras el último bocado, ¡ZAS!, vino y levantó las cosas. Acá no, estuvimos un rato largo, tranquilos, mirando cómo se poblaba la plaza de compradores de plantas atraídos por la feria.

Subimos por una calle hasta Montefioralle, donde hay un castello, y un pequeño poblado. Es muy bonito, las paredes están hechas con mucha piedra, super silencioso, lleno de flores (obvio), y bicicletas apoyadas contra la pared. Y mishis, siempre hay mishis para saludar.

Volvimos a la ciudad, ya que supuestamente el último colectivo para Firenze pasaba a las 17:10, según la chica de la oficina de turismo. ERROR. Pasaba recién a las 18:55.... Por suerte, los horarios se vienen cumpliendo, y pasó en hora.

A la noche salimos en búsqueda de algo para comer, y nos decidimos por la opción étnica. No se pierdan las carulas de la foto, el del medio nos atendió.
Porque no todo es pasta en Italia, y además, nos hicieron una rebajita de 0,50 €. :-P



6 de mayo de 2012

¡Arte, arte, arte!

Dia 8

Tras desembolsar €11 por la entrada, más €4 para no hacer la mega cola de gente y tener un horario de ingreso asegurado, nos sumergimos en un mar de arte en la galería Uffizi. Muchas esculturas, bustos, y retratos. Muchas versiones de "Madonna e bambino", con diversas combinaciones de: santos, invitados, los 3 magos, ángeles, más bambini, pastorcitos, etc. También muchas anunciaciones, ascensos al cielo, coronaciones de la virgen, y más.

"Nascita di Venere" de Botticelli es muy linda, al igual que "Primavera".

La sala de pintores extranjeros (no italianos) tiene obras muy lindas y fuera del tema religioso, con rostros bastante expresivos y temas mundanos. Me gustó. Muchos paisajes de campiña, con animales y gente de campo.

Nos llevó un total de 4hs recorrer la galería, aunque en el medio fue necesario parar a almorzar algo en el café que está en el último piso, cuyos precios se duplican y hasta triplican si a uno le sirven sentado en una mesa. Obviamente, las ratas comieron junto a otros turistas y varias palomas en un banquito en la terraza. Ni hablar que sólo había 3-4 mesas ocupadas.... ¿por qué será?!?

Llegamos tarde para subir a la cúpula del Duomo, por colgados, de manera que el lunes intentaremos hacer eso temprano antes de salir hacia Pisa y luego Corniglia.

Merendamos unas frutillas.exquisitas en las escalinatas del Duomo, viendo pasar la estampida de turistas. Siempre hay mucho viento en esta plaza, no es muy bueno, menos si es así de fresco (digo mientras estornudo y se me hace agua la nariz).

Los precios de la comida son más caros en Firenze, más que en los lugares que ya hemos visitado. Igual dice Hernán que estamos por debajo del presupuesto. Ya veremos al final, y si me sobra plata, la reviento en compritas lindas :D

Mañana vamos a explorar un poco de Chianti. Si es posible, en bici. ;-)

5 de mayo de 2012

Panic (a los turistas) attack

Dìa 7

En un nuevo dìa de traslaciòn, tomamos un bus a Poggibonsi y de ahì otro a Firenze, por suerte todo saliò en horario, y en aproximadamente 1:30 estàbamos en destino. En el hostel nos ofrecieron cambiar la habitaciòn (sin costo extra) por una en un departamentito a dos casas en la misma calle, donde sòlo hay otra habitaciòn, por ende, màs tranquilo de noche, y tenemos baño y cocina casi exclusiva.

La ciudad estàa plagaaaaaaaada de turistas, mal, mucho grupo de turistas, todos caminando como ganado atràs de su guìa. Me dejò mareada, nada que ver con Roma. Asì que me dio un buen ataque de ermitañismo, y terminamos yendonos hacia Piazzale Michelangelo, donde disfrutamos del sol, la vista, y un poco de tranquilidad. Mañana vamos a visitar el Uffizi, donde se encuentran obras requete famosas.

Les regalo el David de bronce que se encuentra al aire libre (y ver este es gratis):


Toscaneando

(perdon por los acentos desviados, estoy con un teclado en Italiano y tiene los acentos pal' otro lau :P )

Dia 5

Hoy llegamos a Siena, y lo que pudimos ir viendo desde el tren era tan sòlo un anticipo de lo bella que es la Toscana. Colinas, cultivos, huertas, casitas, viñedos, flores, todo bonito. En Siena era el dìa en el que montan un mercado al aire libre, y venden ropa, mantelerìa, productos en cuero, en fin, cositas. Asì que nos dimos una vueltita por ahì apenas llegamos. La ciudad està en parte detràs de un muro, y tiene muchos desniveles, asì que el trabajo de piernas es importante (ni hablar si vas llevando la mochila - 10kg no es poco!). Es como transportarse a una ciudad en el medio evo, sòlo que con gente hablando por celular y negocios de souvenirs (muuuchos negocios). Visitamos el Duomo, y subimos al Panorama del Facciatone, desde donde puede admirarse la belleza de los alrededores. Vean si no:

Vista desde lo alto

Callecitas (notesé la inclinaciòn...)

Dìa 6

Si Siena me pareciò bella, ni hablar lo que me encantò San Gimignano. Y esto sì que es el medio evo, callecitas aùn màs intrincadas que Siena, una muralla rodeando la ciudad, y 6 puertas para poder ingresar. Increìbles los alrededores, la paz del lugar, los pàjaros que no paran de cantar, la comida impresionante, una hermosura.

Vista desde la

Un amigo mishi en San Gimignano

Probando el vino tìpico de la zona, la Vernaccia

Cuando sea una señora grande (o no) quiero venirme a vivir acà!