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22 de diciembre de 2013

I castelli romani

Tras el opíparo almuerzo de ayer en casa de Mauro, decidimos salir de paseo con Emanuele por la zona de los "castelli Romani", siempre con la premisa de comer poco y nada porque estábamos a punto de explotar. Lástima que apenas tomamos la Tuscolana la premisa se nos voló por la ventanilla.....


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Se conocen como Castelli Romani a un conjunto de pueblos o pequeñas ciudades ubicadas sobre las Colinas Albani, hacia el sud-este de Roma. La denominación surge alrededor del siglo XIV cuando muchos habitantes de Roma, huyendo de las dificultades económicas y políticas de la época, se refugiaron en los antiguos castillos de las familias feudales romanas de los Savelli (Albano e Castel Savello, Ariccia, Castel Gandolfo, Rocca Priora), de los Annibaldi (Molara, Monte Compatri, Rocca di Papa), de los Orsini (Marino) y de los Colonna (Monte Porzio Catone, Nemi, Genzano e Civita Lavinia).

Nuestra primer parada fue Frascati, dimos unas 35 vueltas al estacionamiento hasta poder encontrar un lugar (a la noche se vendría algo mucho peor....), y nos encaminamos hacia la feria pre Navidad, que la verdad era bastante más linda que la renombrada feria de Piazza Navona, que a nosotros nos gustó poco y nada. Mucho plástico. En cambio en la de Frascati había muchas más artesanías, pavadas que uno no necesita pero al menos se notaba otro tipo de trabajo, y cosas ricas para comer.

En la dura tarea de elegir una bufanda.
Tranca

A lo lejos, Villa Aldobrandini
En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, Frascati fue bombardeada de forma grave (bombardeo de Frascati del 8 de septiembre de 1943). Cerca de la mitad de sus edificios, incluyendo varios monumentos, villas y casas, fueron destruidos. Mucha gente murió en dicho ataque aéreo y durante un segundo ataque que tuvo lugar el día de la Batalla de Anzio, el 22 de enero de 1944. La ciudad fue liberada de la ocupación Nazi por la división 85ª de infantería de los EE.UU., el 4 de junio de 1944.
Frascati es famosa por sus célebres villas de la nobleza del Papado, las Villas Tuscolanas, las cuales fueron construidas a partir del siglo XVI por los Papas, cardenales y nobles de Roma como símbolo de su posición, y eran destinadas a encuentros sociales. Las villas se encuentran bien conservadas; los daños que recibieron durante la Segunda Guerra Mundial han sido reparados con los materiales y las técnicas originales. 
Tomamos nuevamente la ruta para ir hacia el monte Tuscolo, donde se encuentran las ruinas de Tusculum, un asentamiento que según los hallazgos arqueológicos data del siglo VIII a.C. Como ahora hay que comprar un ticket para poder ingresar a las ruinas, dijimos VAI A CAGARE, y sólo las vimos desde el alambrado.



Cuando volvimos al auto nos encontramos con un nuevo amigo, bah, un amigo del calor del motor del auto:


Tanta caminata nos fue abriendo el apetito, así que decidimos almorzar alguna cosita en Ariccia, cuna de la famosísima:
Porchetta di Ariccia
Muy bueno este lugar: la Fraschetta de la Sora Ines
O sea, chau dieta, chau moderación, hola porchetta, mozzarella, vino, etc. En definitiva, de vuelta comimos hasta reventar.



Nos arrastramos como pudimos de vuelta hasta el auto, y avanzamos hasta Nemi, en cuyas tranquilas calles sonaban clásicos villancicos. Desde lo alto pudimos ver el Lago di Nemi, parte de los lagos generados por la actividad volcánica del Vulcano Laziale.
Lago di Nemi

Como andaba con la glucosa un poco baja (??), merendé una crostata de crema y fragoline. Deliciosa.
(acá cuando hablan de crema sería una especie de crema pastelera. La crema batida que conocemos en Argentina acá se llama Panna).

Y así cerramos este fin de semana de lujuria gastronómica. Mañana partimos hacia el sur de Italia; nos esperan Valentina y Mirko en Cosenza, para compartir las fiestas de Navidad.

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