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27 de diciembre de 2013

Il natale di Hansel e Gretel

C'era una volta... 

Hansel y Gretel llegaron a Cosenza un día antes de Navidad, tras casi 7 horas de viaje a bordo de un colectivo muy estrecho. En Roma, y durante gran parte del camino, reinaba una niebla espesa y misteriosa, como si estuviesen en Milano, o Londres. A medida que avanzaban hacia el sur, el sol se fue abriendo camino, y la niebla desapareció. El calor del sol fue entrando en el colectivo, contribuyendo al calor de una calefacción intensa y sofocante. Gretel estaba a punto de desfallecer, el aire era muy espeso ya, cuando unas señoras le pidieron al chofer que apague la calefacción. Poco a poco, el aire se volvió respirable, y Gretel se sintió mucho mejor.

Los niños habían llevado restos de pan, porchetta, y ensalada para ir dejando rastros del recorrido, pero sucumbieron al hambre del mediodía y se comieron todo.... Si tan sólo hubieran sabido que en Cosenza les esperaba la maldición del engorde navideño.

En Cosenza los esperaban Valentina y Mirko, cuya misión secreta era engordar a los niños hasta reventar. Tras recorrer un poco el centro histórico de la ciudad, comieron dudruddia (masa rellena de mozzarella y pomodoro, frita), luego tomaron un aperitivo con servicio buffet, y por la noche cenaron pasta alla carbonara, la especialidad de Mirko.

El 24 visitaron las montañas de la Sila, y desayunaron capuccino con sfogliatella rellena de ricotta. Compraron algunos insumos típicos de la región en un local fantástico, y siguieron camino hasta la reserva de los "Gigantes de la Sila", con árboles centenarios.

Parque de la Sila

Almorzaron pizza y focaccia rellena con mates, y volvieron a la ciudad para prepararse para el primer banquete Navideño.

La familia de Valentina también estaba complotada en este maléfico plan de engorde. Habían preparado 13 platos distintos, los cuáles fueron cocinando desde las 4 de la tarde hasta el momento de la cena. 

Menu di Natale
Menú de Navidad, con dedicatoria y todo :)
Il baccalà di Aurelio
Il baccalà
Buon Natale!
Con los Rocca
Tras la cena, fueron a tomar grappa y prosecco a la plaza del centro de Cosenza. El conteo de calorías seguía y seguía...

Al día siguiente, fueron siguiendo el camino trazado por pedacitos de turrón hacia la casa de la mamá de Mirko, donde los esperaban otros 13 platos, regados de prosecco, vinos varios, grappa, caffè, algún que otro licor, ufff...
Mini Corleone
"Si no siguen comiendo, son boleta"
Buon Natale! (2)
Con la mamá, tía y hermana de Mirko
Los cuerpitos de Hansel y Gretel comenzaron a hincharse, estaban cada vez más rellenos de comida. Esa noche fueron a visitar el pesebre viviente "più bello d'Italia" en el pueblito de Panettiere. Por unos pocos días, todo el pueblo se transforma en pesebre viviente, y los habitantes se convierten en personajes del pasado, ejerciendo las tareas cuotidianas y oficios de la misma manera que hace 2000 años.

El jueves 26 creían ya estar libres de esta condena gastronómica, pero no, pobres e inocentes palomitas. Aún tenían que atravesar la última gran prueba, la cena en casa del papá de Mirko. Esta vez no fueron 13 platos, pero fueron muchos más los vinos y licores y grappas. Hansel y Gretel pensaron que era el fin., que no podrían salir con vida de la maldición...
Buon Natale! (3)
Con la familia de Mirko
Por suerte, sus captores se apiadaron de sus almas, y al otro día los dejaron libres, libres como el viento para seguir recorriendo el sur de Italia. Les costó varios días recuperarse de semejante odisea, pero poco a poco salieron adelante. Lo que no sabían era que a la vuelta de la esquina les esperaba otro desafío similar: el engorde de Capodanno a Napoli.  

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