Cuando pasamos por Rotterdam pude ver lo que ya varios me comentaron: que la ciudad fue destruida (bombed-flat dice la guía) por los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra, y su recontrucción se hizo utilizando un estilo moderno. Los rascacielos emergen por toda la ciudad. Tengo que venir a visitarla.
Unos chicos que viajaban en la zona de bicis del tren me dijeron que traje buen tiempo conmigo, porque no llueve y brilla un sol espectacular.
Desde la estación de trenes de Delft no fue difícil encontrar el camino hacia el centro, sólo tuve que dejarme llevar por la marea de gente en bici que atravesaba un parking atestado (de bicis, obviamente) y se deslizaba en dirección al centruum
Da la casualidad que hoy es jueves, día de Markt en la plaza central, entre la New Church y el City Town. En la oficina de info turísitica conseguí una guía para recorrer Delft a pie por euros 3,75, con detalles de los distintos puntos importantes, ya sea históricos o vinculados a obras arquitectónicas (la ciudad es bastante clásica, pero tiene algunos sectores con estilo moderno, aunque no de edificios altos). En el mercado me aprovisioné de una super galleta de chocolate y una tartita de manzana para el camino, y empecé a caminar. Pero a los pocos metros me arrepentí y volví a buscar la bici; las calles son óptimas para recorrerlas en bici, mapita en mano.
Delft es muy bonita, no deja de sorprenderme la cantidad de gente en bici por las calles, es sinceramente impactante, sobre todo viniendo de lugares donde no es tan común. Niños, jóvenes, adultos, viejitos. Todos. A los bebés los llevan en la bici desde que se sostienen sentaditos, con apenas meses de edad. Obviamente que hasta los perros viajan en bici, en canastitos adelante.
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